En el Perú existen miles de niñas, niños y adolescentes que están sufriendo algún tipo de violencia en sus hogares. La violencia a temprana edad tiene impactos a nivel físico, cognitivo, emocional y espiritual. Estas huellas son para toda la vida. En este contexto, los Centros de Salud Mental Comunitaria representan un avance significativo de la atención psicosocial a nivel nacional: son pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más solidaria y justa, donde la salud mental y social de las y los ciudadanos es prioritaria.
Por eso, para fortalecer la respuesta de los Centros de Salud Mental Comunitario frente a las heridas y dolor psicosocial que existen en las familias y comunidades, la ONG World Vision está desarrollando los talleres de Bálsamo de Ternura en La Libertad, en estrecha colaboración con la Gerencia Regional de Salud. Un hito notable ha sido el inicio del proceso de certificación de los profesionales como psicólogos, enfermeras y médicos del 100% de los centros de salud mental comunitaria.
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La iniciativa se está implementando también al 100% de los Centros de Salud Mental Comunitario en Áncash, Lima (Chancay y Huaral), Cusco, Ayacucho y Huancavelica. “Bálsamo de Ternura reconoce la importancia de comprender y resignificar las experiencias pasadas para poder sanar y trascender el sufrimiento. Hacerlo de manera colectiva, promueve la solidaridad y la construcción de un espacio de cuidado y de afecto seguro”, explica Amelia Cabrera, coordinadora nacional de protección de World Vision en Perú.
Restaurando vínculos
La metodología de Bálsamo de Ternura, desarrollada por World Vision, es una intervención psicosocial que se lleva a cabo a través de grupos de ayuda mutua con madres, padres y cuidadores de niñas y niños usuarios de los centros de salud mental comunitaria, así como en las comunidades. El proceso se divide en cuatro etapas fundamentales: conectar con la historia de la niñez, resignificar las experiencias, trascender mediante el aprendizaje y la acción, y darse en solidaridad compartiendo conocimientos y experiencias con la comunidad.
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Este proceso es liderado por la médica pediatra Anna Grellert, Asesora Regional de Desarrollo y Protección de la Niñez de World Vision para América Latina y el Caribe, con especialización en los efectos del trauma en el desarrollo humano y social de la niñez.
La sostenibilidad de este proceso de certificación se basa en una colaboración continua entre instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil. La clave para su éxito radica en la colaboración interinstitucional, garantizando que la salud mental sea una prioridad en todas las comunidades, especialmente en aquellas más vulnerables.
Sobre World Vision
World Vision es una ONG que desde más de 40 años en Perú trabaja por niñas, niños y adolescentes en situación vulnerable para que crezcan protegidos, con habilidades para la vida y que puedan participar activamente en la sociedad.
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