La crisis que vive el Perú demanda espacios de diálogo para evitar la violencia y sus consecuencias que incluyen entre sus víctimas a niñas, niños y adolescentes. Urge encontrar salidas pacíficas, un diálogo en el que todos podamos expresarnos sin violencia y respetando a los demás, en el que la niñez y adolescencia sea escuchada y en el que sus opiniones ayuden a sentar las bases de lo que queremos construir como país. Es su derecho.
En esta carta, las niñas, niños y adolescentes de la organización ‘Sisary Llaqta’ (Florecemos pueblo)*, de Huancavelica expresan su opinión:
Como organización de niños, niñas y adolescentes “Sisary Llaqta” (*),nos habíamos preparado para participar en las actividades por la semana de aniversario de la UGEL (unidad de gestión educativa). Para ese entonces, ya veíamos en las noticias que no había diálogo, ni se ponían de acuerdo. Con los profesores aquí conversábamos por qué pasaban esas cosas y mirábamos que son problemas que siempre están. Hablamos también de qué podríamos hacer nosotros como organización para mejorar los valores.
Esa misma semana teníamos actividades programadas, como participar en el aniversario de la UGEL, donde se iba a realizar la feria de orientación vocacional. Estuvimos apoyando en la organización, invitando a todos nuestros compañeros para que puedan participar, conocer qué les gustaría estudiar y qué oportunidades hay para postular a las universidades e institutos. También íbamos a poner nuestra carpa informativa para que se unan a nuestra organización y seguir realizando actividades por los derechos y deberes de los niños, niñas y adolescentes. También se había programado realizar el evento de “Adóptame y léeme”, donde habían invitado a escritores famosos de nuestra región para compartir sus experiencias, que puedan inspirar a los estudiantes y animar a todos para que puedan leer más y que tengan el gusto por leer. Así como presentar un sociodrama para concientizar sobre la importancia de la lectura en nuestra formación.
Todo esto se canceló. Nos puso tristes porque nos habíamos preparado mucho. En Acobamba también salieron a protestar, por eso suspendieron toda actividad por la seguridad de todos. Aquí no hubo muchos enfrentamientos, pero sí vimos en las noticia. Nos daba pena cómo se enfrentaban, con heridos y hasta muertos. Nos dio pena cuando el entierro de un adolescente: lloraban sus compañeros del colegio, pidiendo justicia.
Es triste lo que pasa en el país. Nos duele. Con nuestros profesores hablábamos que tenemos mucho por hacer para cambiar. Tenemos que empezar de nosotros mismos para buscar un mejor país. Como organización de niños, niñas y adolescentes, debemos seguir esforzándonos para trabajar y mejorar nuestras comunidades.
Leydi, de 13 años, representando a 47 niños, niñas y adolescentes de “Sisary Llaqta”
Acobamba – Huancavelica
(*)‘Sisary Llaqta’ (Florecemos pueblo) está establecida desde 2018 en Acobamba, Huancavelica. Han salido generaciones que ahora están en la universidad para generar el cambio en sus familias y comunidades.