A sus 28 años, Elva tiene dos hijas de 9 y 6 años. Comparte las responsabilidades de crianza con su esposo. Ellos viven en una zona urbana de Lima, y como millones de familias del Perú y el mundo, se han visto afectados por las restricciones de la pandemia del Covid-19, sobre todo los desafíos de la educación remota.
Sus hijas aún no vuelven a las aulas como muchos alumnos en el país. El año pasado, les tenía que prestar su celular para que reciban las clases por WhatsApp. A veces no había conectividad de internet y tenían inconvenientes para ver los videos que les enviaban las profesoras. Por ello, las tenía que apoyar con sus tareas.
“Mi hija mayor está en tercer grado y le gusta dibujar y pintar. Es su manera de relajarse porque estaba estresada por no ir al colegio. Quiere volver a las clases presenciales para reencontrarse con sus amigas y su profesora. Mi hija menor está en inicial. A ambas las ayudo con sus clases y tareas escolares”, precisa.
Elva confiesa que gracias a los talleres de crianza con ternura que organiza World Vision Perú, aprendió a ser más tolerante con sus hijas y les tiene si realizan alguna travesura. Es consciente de que el castigo físico y humillante como forma de crianza es perjudicial para el desarrollo de sus hijas.
“Soy más cariñosa con mis hijas gracias a los talleres de crianza con ternura. Aprendí que debo hablar con ellas y que no tengo que corregirlas con pellizcos o palmadas, sino con amor. Ahora mis hijas están más felices, se engríen conmigo y me piden que les lea cuentos de niños antes de dormir”, recalca.
Asimismo, comenta que en sus ratos libres comparte tiempo con sus hijas a través de actividades lúdicas como juegos de mesa y la pelota. Su esposo también trata de jugar con ellas en sus días de descanso y a veces también miran juntos películas de dibujos animados por su celular, pues no tienen televisor.
Elva resalta que la crianza con ternura es la solución para erradicar la violencia infantil como forma de educar y corregir a las niñas, niños y adolescentes. Por ello, aplaude la campaña “Yo no crío con violencia, yo lo hago con ternura”, que World Vision Perú acaba de lanzar a nivel nacional para sensibilizar a madres y padres.
La joven madre de familia también afirma que no hay excusa para no compartir tiempo con las hijas e hijos. A veces ella tiene que ir a trabajar al campo, pero no descuida a sus niñas. Se apoya en su mamá, que también vive con ellos, para que las cuide en su ausencia y cuando regresa las ayuda a hacer sus tareas.