La pérdida de un ser querido es una situación que provoca mucha tristeza, sobre todo en tiempos de COVID-19 en donde la cifra de fallecidos bordea los 12 500 casos y crece día a día. La desesperanza nos embarga aún más en esta situación en la que no podemos despedirnos y llevar el duelo como solíamos hacerlo antes. Y en el caso de los niños y niñas esta situación es aún más complicada ya que para muchos de ellos es la primera vez que pierden a un familiar.
Los niños pueden sentir miedo, culpa y desconcierto ante la muerte de un ser querido y es importante acompañarlos en su dolor, comprenderlos y escucharlos, teniendo en cuenta que cuando se trata de los más pequeños, ellos no saben aún expresar cómo se sienten; mientras que en el caso de los niños más grandes pueden mostrarse incrédulos ante la pérdida o sentir ansiedad por lo sucedido.
“Es necesario tener claro que para cuidar la salud emocional de los niños y adolescentes debemos cuidar primero nuestra propia salud emocional. Es lógico que una pérdida nos genere dolor y lo mismo les sucede a los niños. Debemos validar nuestras emociones, hablar con nuestros seres queridos sobre cómo nos sentimos. Eso nos ayudará a exteriorizar nuestros sentimientos”, indicó el psicólogo Daniel Yépez, coordinador nacional de Educación de World Vision Perú.
Si bien a causa de la COVID-19 no se puede realizar un proceso de duelo tradicional, las circunstancias en que se producen las muertes – alejados de sus familias – hacen que sea necesario generar alguna ceremonia simbólica en el hogar para despedirnos de nuestros seres queridos.
“Se trata de un rito que ayude a los niños y a nosotros mismos a despedirnos de nuestro familiar, a tenerlo presente de alguna manera y honrar la importancia que ha tenido en nuestras vidas. Sobre todo los niños y adolescentes necesitan conectarse en ese rito porque les permitirá seguir con el proceso de duelo. Por ejemplo, se puede escribir una carta de despedida, velar las pertenencias de la persona fallecida, su retrato o rezar. Todo dependiendo de la fe de las personas”, recomendó.
El coronavirus es un tema que los niños, niñas y adolescentes ven a diario, ya sea por la muerte de algún familiar, vecino o por las noticias que se ven en los medios. Esto les genera ansiedad y miedo de enfermarse, morir o perder a alguien muy cercano.
La muerte de un familiar en especial si es cercano afectará la salud emocional de los niños y adolescentes, ante esta situación es recomendable conversar con los niños, escucharlos y pedirles expresar sus emociones, jugar y siempre tratarlos con ternura y empatía. Asimismo es importante elaborar una ceremonia simbólica para poder despedir al familiar fallecido, puede ser velando sus prendas o escribiéndole una carta.