Escribe Jimena de 16 años, de Perú
Desde pequeña he visto cómo mi sociedad marca diferencias de género que hacen que las mujeres parezcan no tan capaces de rendir como los hombres. Estos estereotipos se repiten dentro de la escuela, los medios de comunicación y, muchas veces, son los adultos quienes refuerzan esto con mensajes sutiles. Me sentí limitada por el hecho de ser niña. Sin embargo, parte de mi personalidad es que siempre he sido rebelde. No me gusta adaptarme a los moldes de la sociedad. Creo que cada uno es diferente y no es necesario deformarlo para encajar en esos moldes, sino puedes crear el tuyo propio. Así comencé a crear el mío.
Cuando tenía 9 años, World Vision Perú llegó a mi comunidad con un programa llamado Club de Amigos. Me gustó mucho el espacio que ofrecía el programa porque podía reunirme con amigos del barrio para compartir, jugar y aprender. También me gustó participar en los talleres de artesanía que ofrece la municipalidad de mi distrito. Aún recuerdo que era la única joven ahí porque la mayoría eran mujeres adultas que aprendieron a hacer esas artesanías para luego venderlas y montar su propio negocio. Pasar tiempo con mujeres es muy divertido.
Desde adolescente comencé a interesarme por ser parte de voluntariado e iniciativas juveniles. Creo que hasta ese momento no me había dado cuenta de que siempre buscaba involucrarme en grupos sociales que me permitieran expresarme. Participar activamente en sus proyectos fue algo que me hizo feliz, por eso me uní a la red de la Alianza Nacional de Líderes de Transformación (ANALIT), una organización de niñas, niños y adolescentes que me abrió muchas puertas para desarrollar mis habilidades e incidir en temas relacionados con la agenda pública del Perú.
Pude conocer a muchos adolescentes muy talentosos y con mucho potencial que lideraban proyectos sociales dentro de sus regiones a edades tempranas. Eso me motivó mucho. Quería llegar a ser como ellas, por eso me esforcé en superar esas limitaciones de género impuestas por mí y por la sociedad. No fue fácil, pero tenía la motivación para dejar mi huella en este mundo y hacerlo mejor. Esto me ayudó a tener más confianza en mí misma y a desarrollar mis habilidades de liderazgo.
Pude mejorar mi calidad de vida y la de mi comunidad a través de los proyectos que realicé junto a niños de mi red. Logramos restaurar un parque abandonado para que los niños ejercieran su derecho a la recreación y repartimos útiles escolares a niños de escasos recursos al inicio de clases, entre otras actividades que me dejaron gratas experiencias.
Por último, quiero decir que las mujeres líderes somos todas aquellas que nos atrevemos a superar cualquier problema para cumplir nuestros sueños. Cada una de nosotras tiene la capacidad de generar oportunidades donde no las hay y de crear un mundo más equitativo. ¡Porque somos líderes de nuestro propio presente y futuro!
Sobre World Vision
World Vision es una ONG que desde más de 40 años en Perú trabaja por niñas, niños y adolescentes en situación vulnerable para que crezcan protegidos, con habilidades para la vida y que puedan participar activamente en la sociedad.
Conoce más de nosotros en nuestra web oficial https://worldvision.pe/ o en nuestras redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram como @WorldVisionPeru.
