Alexander tiene 45 años y vive en la región La Libertad. Su pueblo está a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar. El clima y la tierra son ideales para el cultivo de árboles frutales. Confiesa que aprendió de su papá, quien es adulto mayor al igual que su mamá, a trabajar la tierra para ganarse la vida como sus amigos y vecinos.
En su chacra tiene árboles de lima y palta. Se dedica a su cultivo todo el año, pues de su producción dependen sus padres y él. Con las ganancias, cubren sus gastos de alimentación, salud, entre otros. Por estos días, tiene una nueva motivación gracias al proyecto de World Vision Perú en asociación con el gobierno local: “Árboles frutales: mejoramiento de la cadena productiva a través de la implementación de especies frutales".
“Me han entregado 10 plantones de palta, al igual que a mis vecinos. Estoy contento con su cultivo, pues tendré mejores ingresos económicos para cuidar a mis padres y familia. Elegí una parte de mi chacra que tiene la tierra virgen y acceso a agua limpia para sembrar las plantas”, comenta con satisfacción este agricultor liberteño.
Asimismo, resalta que mediante las capacitaciones ha aprendido nuevas técnicas para abonar la tierra, regar y cuidar sus árboles de las plagas. Esto le permitirá mejorar la producción de las paltas que está cuidando día a día. “Es época de lluvias y tengo que asegurarme de que no se empoce el agua porque las plantas podrían morir”, añade.
Paralelamente al cuidado de los plantones de palto y de otras frutas de su chacra, Alexander quiere asociarse con sus vecinos y amigos de su comunidad. Espera conformar un comité que les permita comercializar la cosecha de paltas a mejores precios en el mercado. Ahora, los comerciantes les compran sus productos a bajos precios.
“Como comité podremos vender a mejores precios las paltas y otras frutas que produzcamos en nuestras tierras. Con las asesorías que estamos recibiendo, vamos a mejorar la producción de nuestras frutas. Estamos aprendiendo cosas que no sabíamos sobre el cultivo de frutas”, destaca.
En los próximos años, las paltas empezarán a producir y no solo les brindarán seguridad alimentaria a su familia y a todos los beneficiarios, sino mejorar su calidad de vida. Todo depende de su trabajo y dedicación para alcanzar sus metas.