Mariannys tiene 28 años y vive en Corrales, Tumbes, con su esposo Arnaldo y sus dos hijos Suviana de 10 años y Joshua de 4 años. La historia de vida de Mariannys, quien se desempeñaba como vendedora en Venezuela, está llena de altibajos, pero que con mucho esfuerzo ha logrado sobrellevar junto a su familia.
Ella nos comenta que siempre está dispuesta a ayudar y por esa razón es que trabajó por mucho tiempo en el rubro de atención al cliente en tiendas de ropa. Mariannys nos cuenta que su esposo, quien era taxista en su país, y ella contaban con un vehículo propio.
“Debido a la crisis de Venezuela, tomamos la decisión de vender el auto, ya que de esa manera podíamos mantener a nuestros hijos. Además, con ese dinero pudimos venir aquí para Perú.”
A su llegada a Perú, estuvo conviviendo en una misma habitación junto a la familia de su esposo, siendo un total de siete personas. Asimismo, no contaban con ningún electrodoméstico, lo cual hacía complicado el proceso de querer preparar algún alimento.
Mariannys precisa que su cuñada le comenta sobre el comedor solidario del que recibió ayuda hace un tiempo atrás. “Decidí inscribirme y fui seleccionada para ser participante, gracias a ello, mi familia y yo hemos recibido asistencia alimentaria.”
“Estoy muy agradecida con el apoyo brindado por USAID y World Vision, ya que nos permitió contar con almuerzos nutritivos y gratuitos. También, hemos incrementado el consumo de frutas y verduras”, acota la participante del componente Hot Meals.
Actualmente, su esposo trabaja en un restaurante, mientras ella cuida de sus hijos. Para Mariannys la alimentación de su familia es fundamental; por ello, ya no deja que ellos se salten alguna comida del día. Está convencida de que poco a poco podrá cumplir todos sus sueños. Uno de ellos es poder abrir un local y vender los postres que tanto le gusta preparar y con los ingresos que genere poder mudarse a un lugar más grande y acogedor.