“Me siento bendecido de luchar contra la Covid-19 en el Perú”

World Vision Perú
Oct 14, 2022 7:00:07 PM

La crisis de Venezuela obligó a Néstor (52) a migrar al Perú y empezar de cero como lo hacen miles de sus compatriotas en la actualidad. A pesar de haber ejercido la medicina por 20 años en su país, tuvo que vender libros de su autoría y otros de autores infantiles como ambulante para solventar su alimentación, sus gastos de vivienda y enviar dinero a su familia para su manutención.

Con mucho esfuerzo y sacrificio, el médico reunió el dinero suficiente para traer a su esposa y sus tres hijos (una adolescente, una niña y un niño). Se volvieron a reunir luego de varios meses de haber estado separados. El único inconveniente fue que ya no tenía recursos económicos para convalidar su título y colegiarse, que son requisitos indispensables para ejercer su carrera en el Perú.

Aunque era consciente que sería difícil volver a ejercer su profesión, no se dio por vencido y confiesa que gracias a un amigo se enteró que World Visión Perú, mediante el financiamiento de USAID, brindaba ayuda a profesionales migrantes como parte del proyecto “Apoyo a la inserción en el mercado laboral y el reconocimiento de títulos técnicos y profesionales de migrantes y refugiados venezolanos en el Perú”. 

El profesional venezolano cumplió con entregar todos los documentos que le solicitaron y su postulación como beneficiario fue aceptada. Se presentó al examen de medicina y lo aprobó. Así, pudo volver a ejercer la medicina e inició su labor como médico en la DIRIS Lima Norte, donde atienden a pacientes con Covid-19.

“USAID y World Vision me ayudaron a volver a ejercer la medicina. Me dieron una de las oportunidades más grandes de mi vida, que me permite continuar mi desarrollo en todos los aspectos. Me siento bendecido de brindar mis conocimientos en la lucha contra la Covid-19 en el Perú. Dios los bendiga por su ayuda”, resalta.

Asimismo, comenta que sus hijos están estudiando en un colegio parroquial y que su esposa está al cuidado del hogar. “Nos sentimos contentos con Dios y con la oportunidad que se nos brindó, pues nos ha permitido mejorar en todos los sentidos nuestra calidad de vida. Aún faltan cosas por lograr, pero seguimos adelante aportando en este bello país, desde nuestra experiencia”, indica.

Su constancia y sus ganas de ayudar a las personas con sus conocimientos le han permitido volver a trabajar como médico. Sin duda, un ejemplo de superación para los migrantes y refugiados venezolanos que están en el país.