El incremento de casos de bullying en las escuelas del país es una problemática que no se detiene y alarma a la opinión pública por la gravedad con que se dan. Las denuncias de casos de acoso escolar en los medios de comunicación evidencian un problema no solo en la atención de la agresión, sino en la prevención por parte de todos los involucrados.
El bullying es un tipo de violencia que se da entre los escolares con la intención de intimidar, discriminar y excluir al acosado a través de faltas de respeto, maltrato verbal, físico o psicológico de manera reiterativa por parte de uno o más acosadores.
Muchos de estos casos no son fácilmente identificables por los adultos responsables, sino hasta que los daños son irreparables. ¿Sabías que solo en lo que va del año se han registrado más de 7 mil casos de violencia escolar el portal Síseve del Ministerio de Educación? Sin duda alguna, es una alarmante cifra, si además se le suman los casos que no son denunciados.
Para Daniel Yépez, psicólogo y especialista en educación de la ONG World Vision, se puede evitar que las víctimas lleguen a estas situaciones extremas si los padres, madres y maestros identifican las señales de alerta que los escolares inconscientemente muestran con sus actitudes y comportamientos y que, lamentablemente muchas veces pasan desapercibidas ¿Cuáles son?
1. Cambios en el comportamiento. Las víctimas de bullying tienden a volverse más calladas de lo habitual, ariscas frente al entorno social y con la familia. Muestran desconfianza de los maestros o de familiares sin motivo alguno.
2. Rechazan el colegio, no quieren asistir a las clases ni relacionarse con sus compañeros y compañeras de aula; manifiestan dificultades para atender las clases y muestran un bajo rendimiento escolar.
3. Cambios en su lenguaje al referirse a sí mismo, desvaloran sus propios logros, magnifican sus defectos y errores; y usan términos despectivos al referirse a sí mismo.
4. En cuanto a las señales físicas, están los dolores de cabeza repentinos, trastornos estomacales como inapetencia, sudoración excesiva y moretones sin justificación aparente.
Identificar estas señales a tiempo puede hacer la diferencia. Promueve y propicia espacios de confianza donde puedas conversar con tu hijo o hija sobre el bullying, para prevenirlo o apoyarlo oportunamente si está sufriendo por ser víctima o testigo. Dejar de normalizar la violencia, comienza en casa.
World Vision trabaja por detener el avance del bullying en los colegios a través de campañas que involucran a padres, madres y maestros. Conoce más de este trabajo y súmate a esta buena causa ingresando a https://amigossolidarios.worldvision.pe/luchacontralaviolencia/
