Cuando la emergencia llama, la solidaridad no está en cuarentena

World Vision Perú
05/08/20 06:34 PM

Van más de 120 días desde que la emergencia comenzó, y con ella millones de familias peruanas se vieron afectadas como nunca antes imaginaron en un abrir y cerrar de ojos.

Además del disparo de la cantidad de contagios a nivel nacional, las primeras dificultades comenzaron con la cuarentena; el desempleo y la paralización de las clases trajeron consigo problemas paralelos mucho más graves como el aumento de la violencia física, sexual y psicológica, siendo las niñas, niños y adolescentes los más afectados.

Solo en los 100 primeros días desde que se declaró la emergencia nacional, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables registraron más de 67 mil llamadas a la Línea 100, de las cuales 17 mil estaban referidas a violencia y abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, cifras que superaron la ya normalizada cultura de abuso a los más vulnerables.

Por otro lado, el cierre indefinido de los centros de estudios con clases presenciales generó que millones de escolares se queden sin su derecho a la educación. Si bien desde el Gobierno se hicieron denodados esfuerzos para solucionar este problema a través del programa “Aprendo en Casa”, muchos niños y niñas de zonas rurales no contaban con las condiciones mínimas para acceder a ellas por no contar con herramientas que para muchos de nosotros son comunes como acceso a Internet o señal a radio y televisión. A veces la realidad y las carencias no son vistas hasta que nos obligan a darnos cuenta de ella.

Y si hablamos del servicio de salud, los años de retraso en el que nuestro país vive se evidenció crudamente al no darse a vasto con tan solo con los primeros casos de contagiados de COVID-19 que abarrotaron los hospitales esperando ser atendidos. Como era de esperarse, el personal médico pronto pasó de ser el salvador a ser al que debíamos salvar si queríamos hacer frente a la constante curva de crecimiento de contagios que aumentaba cada día.

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Este panorama devastador llevó a que hoy seamos el quinto país más afectado del mundo a causa del COVID-19; sin embargo, es en los momentos críticos en los que la solidaridad no podía estar en cuarentena.

Es así que la ONG World Vision emprendió uno de sus mayores retos, el desplegar su ayuda humanitaria como nunca antes lo había hecho, en sus ocho regiones de intervención (Lima, La Libertad, Áncash, Tumbes, Tacna, Ayacucho, Cusco y Huancavelica), en las que hasta unos meses atrás venía operando programas y proyectos en beneficio del bienestar de la niñez.

Las niñas, niños, adolescentes y sus familias continúan siendo sus principales beneficiarios, pero ante una pandemia nos vimos en el compromiso de apoyar también al sistema de salud y familias peruanas y migrantes más necesitados.

Niñez en emergencia

Desde que comenzó la pandemia hemos logrado beneficiar a más de 259 500 personas, gracias a la solidaridad de empresas privadas como San Fernando y Oasis Foods y donantes individuales que nos permitieron repartir alimento a casi 30 mil niños y sus familias. Además, otras 7 300 familias recibieron apoyo para que puedan adquirir artículos de primera necesidad y así poder alimentarse adecuadamente, reforzando su sistema inmune para combatir la enfermedad.

Otra ayuda que resultó clave fueron las donaciones a 26 hospitales y centro de salud de Lima y regiones que recibieron casi 22 500 artículos de aseo y protección para su personal de primera línea gracias al apoyo de la empresa Procter & Gamble.

Procter and Gamble

Nuestro compromiso con la educación es permanente, por lo que emprendimos diversas iniciativas para que las niñas y niños de zonas vulnerables puedan continuar aprendiendo a pesar de sus limitaciones por la falta de accesibilidad a medios de comunicación.

Una muestra de ello fue nuestra apuesta por apoyar a docentes locales de las zonas rurales de Cusco para repartir 3 mil cuadernos de trabajo y difundir cuentos en quechua por altoparlantes comunales para que los escolares de la zona puedan reforzar las escasas clases que recibían. Asimismo, más de 2300 profesores fueron capacitados por nuestros especialistas para que puedan mejorar sus habilidades para acompañar a sus alumnos en la educación remota, un reto al que nadie estaba preparado.

 

Conocedores de que el COVID 19 no es solo una enfermedad que aqueja a quienes se contagian, sino que trae consigo problemas colaterales, más de mil voluntarios de World Vision vienen monitoreando y brindando soporte emocional a 45 mil niños y su familias, a quienes además los orientan para que puedan seguir la educación en casa e inculcar hábitos de higiene en sus hogares.

Esta es solo una muestra de todo lo que una cadena de solidaridad puede lograr, y es que cuando estamos unidos no hay pandemia que pueda opacar los sueños y el futuro de nuestros niños. Te invitamos a ser un Amigo Solidario para que puedas contribuir con un granito de arena a reconstruir un mejor Perú, aún en la “nueva normalidad”. Unidos estaremos mejor preparados.

Conviértete en Amigo Solidario y ayuda a niños y niñas en situación de vulnerabilidad.