- Más de 5,6 millones de personas han huido de Venezuela.
- En Colombia, 94% de los caminantes dicen que su necesidad más urgente es la comida.
- En Ecuador, 78% de las familias en tránsito son jefeadas por mujeres
3 junio 2021. Un estudio global de World Vision realizado entre poblaciones migrantes y refugiadas halló que 72% de estas personas vieron disminuidos sus ingresos producto de la pandemia. El deterioro de sus condiciones les impide tener acceso a alimentos, refugio, salud e incluso vacunas, aumentando su condición de precariedad, según revela el reporte.
La investigación realizada en Brasil, Venezuela, Perú, Colombia, Jordania, Uganda, Turquía y la República Democrática del Congo fue complementada también con encuestas y entrevistas realizadas en Colombia y Ecuador y fue lanzada este 3 de junio en el marco del webinar, Entre Pasos y Kilómetros, evento paralelo a la conferencia de donantes para apoyar la respuesta a la emergencia humanitaria de migrantes y refugiados procedentes de Venezuela.
En el marco de esta crisis sanitaria, 42% de los entrevistados a nivel global afirmó que han sido víctima de estigmatización y xenofobia, expresada ya sea por medio de maltrato policial, afirmaciones de odio o ser culpabilizados por la pandemia.
La crisis humanitaria en Venezuela acumula 5,6 millones de personas que han abandonado el país desde el 2014. En el caso específico las familias en tránsito en Colombia, la mitad dijo haber dormido en la calle, seis de cada 10 ha dormido en una gasolinera, en casas abandonadas, en predios o acogidos en la casa de una familia. En Ecuador, tanto en la frontera norte -Tulcán- como en Guayaquil, el 44% reportaba tener a su cargo entre 1 y 6 hijos por unidad familiar. En Tulcán, 79% de los entrevistados vivían en las calles y 9 de cada 10 no tenía acceso a internet.
“Las sucesivas olas de contagios y las órdenes de confinamiento emanadas, atraparon entre fronteras cerradas a millares de personas desplazadas y separaron a miles de familias. El panorama no pudo ser peor. Algunos han dado en llamar esta situación “la tormenta perfecta debido a la violenta colisión de una crisis humanitaria largamente ignorada, con la pandemia más severa que haya afectado a esta generación”, afirmó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision para América Latina.
“Los cierres de frontera debido a la pandemia están obligando a las personas migrantes a usar cruces informales, incrementando el riesgo sobre sus vidas”, añadió Diniz.
World VIsion lanzó en el 2019 Esperanza sin Fronteras, su respuesta para brindar ayuda nutricional crítica, medios de vida, acceso a salud y asesoría para la integración socio económica de las comunidades de acogida y poblaciones migrantes. La operación en siete países suramericanos (Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Perú, Chile y Venezuela) ha alcanzado ya a casi 800.000 personas. Sin embargo, la petición lanzada por Naciones Unidas para atender esta crisis únicamente ha recolectado 4% de los recursos necesarios.
“Reconocer que solo se ha obtenido el 4% de los fondos requeridos para brindar ayuda humanitaria crítica a 7 millones de personas en extrema vulnerabildad dentro y fuera de Venezuela, es condenar a nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados a la muerte y la desesperanza”, dijo Diniz.
World Vision y nuestra respuesta multipaís, continuará dialogando, escuchando, proponiendo soluciones desde la comunidad en coordinación con las autoridades nacionales y locales, las iglesias, las agencias de cooperación y por supuesto los niños y niñas migrantes y refugiados.