Lucero tiene 20 años y desde hace tres estudia educación inicial. A diferencia de sus compañeras y otras jóvenes de su edad, paralelamente trabaja vendiendo ropa americana los fines de semana, en diversas ferias urbanas de Ayacucho. De esta manera, ayuda a cubrir los gastos del hogar y los de su carrera.
La estudiante vive con su mamá, quien es profesora de primaria de profesión, pero se dedica a la venta de bisutería, colonias y otros productos por catálogo. Sus tres hermanos menores (dos varones y una mujer) completan su familia. Ellos continúan con su educación escolar de manera remota.
La joven ayacuchana revela que como muchas personas se vio afectada económicamente por las restricciones de la pandemia del Covid-19. Se prohibieron la organización de ferias en su región, como en el resto del país, para evitar los contagios del coronavirus. Además, su mamá dejó de trabajar como docente.
Confiesa que invirtió sus ahorros en la recuperación de su mamá, pues se contagió de Covid. Incluso pidió adelantos de sueldo en el empleo que consiguió en una tienda. No todo fue malo en el 2020, ya que recibió la invitación para participar en el taller Youth Ready de World Vision Perú, que brinda habilidades para la vida y el trabajo.
“Gracias a World Vision estoy cumpliendo mi sueño de tener mi propio negocio. Gasté todos mis ahorros en la recuperación de mi mamá y ya no tenía mercadería para vender, pero en agosto de este año me dieron un capital semilla. Pude comprar ropa americana y ahora he vuelto a vender en las ferias”, comenta.
Lucero también destaca que como parte de las clases de Youth Ready aprendió la importancia de la atención a los clientes, estrategia de ventas y usar las redes sociales como plataformas alternativas para la promoción de sus productos. Tiene cuentas en Instagram y Facebook para ofrecer sus prendas.
Tan involucrada está con el negocio de la venta de ropa, que aceptó la invitación de participar en el curso de corte, confección, costura y tejido que organiza la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Ayacucho, con apoyo de World Vision Perú. Aprendió a usar las máquinas de coser, remalladoras y recubridoras.
“Mi nueva meta es tener una tienda de ropa nueva diseñada por mí. Todo lo que he estoy aprendido en el curso me sirve porque a veces tengo que arreglar algunas prendas”, destaca esta emprendedora. No solo quiere concluir su carrera de educación, sino tener una cadena de tiendas en Ayacucho y en todo el país.