Eventos climáticos reducen la producción de los pequeños agricultores que proveen gran parte de alimentos que consumimos.
La inseguridad alimentaria deteriora la dieta de nuestra población y en la actualidad afecta aproximadamente a la mitad de los peruanos. Esta situación puede agravarse aún más, dependiendo de la severidad del Fenómeno El Niño que, según el ENFEN, se presentará este verano con lluvias e inundaciones en el norte del país, huaycos en la costa central (incluyendo a Lima) y mayor sequía en el sur.
En opinión de Delia Haustein, miembro de Comité de Coordinación de PERUSAN -iniciativa de la sociedad civil que busca incidir en políticas que contribuyan al logro de la seguridad alimentaria y nutricional en el país-, estos eventos climáticos reducen la producción y la productividad de los pequeños agricultores, que proveen gran parte de los alimentos que consumimos; genera incremento de precios de los alimentos y empeora la calidad de la dieta de los ciudadanos.
Afirmó que a los principales factores de la inseguridad alimentaria (entendida como la disminución drástica del acceso a los alimentos o de los niveles de consumo), son la falta de acceso económico a los alimentos debido al incremento de la pobreza y el aumento de precios, se suma los impactos negativos de fenómenos climáticos como El Niño.
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“Debido al deterioro de la dieta ya tenemos una triple carga de enfermedad con la desnutrición infantil de 11.1% a nivel nacional y que en zonas rurales llega a 20%; la anemia que afecta al 43% de niños de 6 a 36 meses y a 18% de mujeres en edad fértil; así como el sobrepeso y obesidad que impacta al 38% de niños y 70% de adultos de 15 a 59 años”, dijo al precisar que estos problemas dañan las capacidades de la población y generan un alto riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles con los consiguientes altos costos para el Estado y los ciudadanos.
Añadió que la inseguridad alimentaria se agrava a causa de las deficiencias en nuestro sistema alimentario, es decir en toda la cadena que se inicia con la producción de alimentos, sigue con el transporte, la transformación, la comercialización y concluye con el consumo de los productos agrícolas y los desperdicios. A ello se añade el incremento del consumo de los alimentos ultra procesados debido a sus mejores precios.
La representante de PERUSAN señaló que la agricultura familiar provee más de la mitad de los alimentos que consumimos, pero esta actividad no genera los suficientes ingresos para tres de cada cuatro agricultores, debido a su escasa rentabilidad originada por factores estructurales como inacción del Estado y falta de sistemas de riego, adecuadas vías de comunicación, acceso a crédito y asistencia técnica, así como difícil acceso al mercado y excesiva intermediación.
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¿Qué entendemos por seguridad alimentaria?
La seguridad alimentaria significa acceso físico y económico por parte de las personas y familias a suficientes alimentos nutritivos y culturalmente adecuados para satisfacer sus necesidades que le permitan desarrollar una vida saludable. Precisó que contar con seguridad alimentaria implica tener disponibilidad, acceso y utilización de estos productos.
PERUSAN indicó que la disponibilidad significa que el país cuente con suficientes alimentos producidos, almacenados o importados para alimentar a la población durante un período determinado, situación que se ha tornado crítica desde la pandemia debido a la reducción de la producción de alimentos (por la descapitalización de los pequeños agricultores) y de la productividad a causa de los fenómenos climatológicos que también ocurrirían en el próximo verano.
En cuanto al acceso, indicó que se refiere a tener posibilidad física y económica para comprar una canasta de alimentos nutritivos y en suficiente cantidad, lo cual demanda que la población cuente con los recursos económicos para adquirir estos productos. Mientras tanto, la utilización presupone que las personas están sanas y pueden absorber los nutrientes que consumen, y que los alimentos disponibles en los hogares respondan a las necesidades nutricionales, culturales y preferencias alimentarias de las familias, y distribuidos con equidad dentro del hogar.
Explicó que a estas tres dimensiones de la seguridad alimentaria se han añadido otras dos; la estabilidad, que implica que los tres factores citados se den a lo largo de todo el año; y la gobernanza, que se refiere a los procesos y procedimientos a través de los cuales se gestionan los componentes de la seguridad alimentaria, es decir quién hace qué, cuándo, cómo se comunican entre los componentes y cómo fluye la información, entre otros.
PERUSAN es un colectivo de instituciones civiles y expertos que se conformó en julio del 2020 como espacio de diálogo y propuestas en materia de seguridad alimentaria y nutricional. Se ha posicionado como referente e interlocutor válido entre la sociedad civil y el Estado.
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