Más de ocho millones de alumnos de educación básica migraron a la educación remota desde marzo del 2020 en el Perú, por las restricciones de la emergencia sanitaria. Aunque cerca de 240 mil pudieron volver a las aulas de manera semipresencial en el 2021, especialmente en las zonas rurales, la gran mayoría continuó sus clases desde casa, originándoles problemas no solo de aprendizaje sino también emocionales.
Según especialistas en salud mental, los escolares han presentado problemas de ansiedad y estrés por el confinamiento. Además, la falta de interacción con sus pares ha impedido que desarrollen sus habilidades sociales, que son importantes para su formación académica y personal.
Por ello, el anuncio del Ministerio de Salud sobre el inicio de la vacunación de niñas y niños de 5 a 11 años desde la tercera semana de enero del 2022 es muy importante. Esta medida permitirá que los alumnos de colegios urbanos y rurales retornen a las aulas de manera segura desde marzo próximo. Sin duda, recuperarán la interacción pérdida durante el largo confinamiento.
“Las niñas y niños deben relacionarse y compartir actividades con sus pares, por ello es importante el retorno a clases y solo la vacuna lo permitirá. Se debe promover el contacto entre ellas y ellos guardando las medidas de seguridad para que puedan superar el dolor que sienten y sus temores”, resalta Daniel Yépez, especialista de World Vision Perú.
Por su lado, a la fecha, según el Ministerio de Salud, el 89% de profesores tiene las dos dosis de la vacuna y están listos para el retorno a las aulas. Se espera que este mismo o mayor porcentaje de vacunación se alcance en los escolares, que paralelamente deberán seguir las medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, distanciamiento y lavado de manos.
En ese sentido, la ONG internacional World Vision Perú viene apoyando la vacunación de madres y padres como forma de protección a su familia; y en esa misma línea lanzó la campaña “Vacuna es ternura” para promover que los cuidadores de zonas vulnerables urbanas y rurales decidan y confíen en vacunar a sus hijos e hijas.