Estilos de Crianza: ¿Por qué debemos criar con ternura?

World Vision Perú
09/04/20 04:17 PM

Las Experiencias Adversas en la infancia (EAI) pueden tener un impacto profundo y duradero en nuestras hijas e hijos. Es por eso que el enfoque en los estilos de crianza, y en particular, la crianza con ternura, es de vital importancia.

Se ha demostrado que cuando las niñas y los niños crecen sin recibir caricias, atención o diálogo, pueden sufrir graves repercusiones. Pueden perder peso, su sistema inmunológico puede debilitarse, pueden enfermarse e incluso pueden morir, a pesar de tener una nutrición adecuada y acceso a una atención médica de calidad. En pocas palabras, la ausencia de ternura en su vida puede tener efectos devastadores.

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La Importancia de la Ternura en los Estilos de Crianza

Si un niño crece sin ternura, su desarrollo puede ser muy diferente al de otros niños que sí tienen un entorno afectivo y amoroso. La falta de ternura puede limitar su desarrollo humano en general y obstaculizar su crecimiento adecuado. Este es un aspecto esencial de los estilos de crianza que no se debe ignorar.

Además, crecer sin ternura puede aumentar las probabilidades de que las personas enfrenten problemas emocionales y sociales en el futuro. Inseguridad, desconfianza, miedo, falta de respeto por la vida, dificultad para establecer relaciones afectivas, amargura, resentimiento y una alta frustración frente al fracaso son solo algunas de las posibles consecuencias.

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Las EAN, o la negación de la ternura, son eventos negativos, perjudiciales y angustiantes que están relacionados entre sí. Generan lo que se conoce como estrés tóxico, que puede tener diversas consecuencias para la salud mental y física de nuestros hijos.

Enfocarnos en los estilos de crianza y en particular, en la crianza con ternura, puede ayudarnos a prevenir estas experiencias adversas y fomentar el desarrollo saludable de nuestros hijos. Porque la ternura, el amor y la atención, son nutrientes esenciales para el crecimiento emocional y físico de nuestras hijas e hijos.

Promovamos, por tanto, estilos de crianza basados en el respeto y la ternura, para construir una generación más fuerte y saludable.