Para aliviar los efectos de la inseguridad alimentaria que afecta a casi la mitad de la población nacional, así como mitigar el impacto del cambio climático en el sector agrícola, se requiere mayor apoyo y asistencia técnica a la agricultura familiar, que en nuestro país representa millones de familias y es la proveedora de gran parte de los alimentos que consumimos los peruanos.
Así lo sostuvieron representantes de diversas organizaciones agrarias y sociales, durante el conversatorio “Crisis alimentaria y cambio climático: Las voces de la sociedad civil”, organizado por PERUSAN, iniciativa de la sociedad civil que busca incidir en políticas que contribuyan al logro de la seguridad alimentaria y nutricional en el país.
El Niño En opinión de María Rosa Boggio, Coordinadora de PERUSAN, el Estado viene haciendo esfuerzos por dar respuesta a la crisis alimentaria y el cambio climático, pero dichas acciones son insuficientes e incluso tienen serios problemas de prevención oportuna frente a fenómenos climáticos como El Niño. “Hay muchos actores de sociedad civil que hacen esfuerzos por dar respuesta a esta situación en distintas regiones del país, pero requieren mayor apoyo desde el Estado”, señaló.
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Por su parte, Javier Coz, representante de CONVEAGRO, indicó que no existe una política agraria que oriente las acciones del Estado en el corto y mediano plazo. Sostuvo que su organización plantea que, para enfrentar fenómenos climáticos como El Niño y el Niño Global, se implemente un mayor acceso a créditos (seguro agrario y bonos) e insumos agrícolas, sobre todo para la agricultura familiar que produce para abastecer el mercado nacional. “Todos los agricultores han sufrido caída en su producción y eso se traduce en menos productos en los mercados y menores ingresos para los productores”, subrayó.
Samuel Gastañaga, de ARARIWA Cusco, afirmó que la difícil situación que atraviesa el sector agrícola se refleja en el hecho de que el 80% de los agricultores del país no recibe asistencia técnica ni capacitación, mientras que el 64% de la superficie cultivable del país no cuenta con sistemas de riego y solo depende de las lluvias. Sin embargo, resaltó que el sector agrícola representa el 9% del PBI nacional y el 10% de nuestras exportaciones.
A su turno, Wilmer Bermejo, de CIPCA, manifestó que la crisis alimentaria afecta en mayor medida a la agricultura familiar y que una mayor atención a este sector debe formar parte de la agenda de las autoridades regionales y nacionales del país. “Se necesitan condiciones sociales, políticas y económicas para que los pequeños productores tengan apoyo”, precisó.
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Amanda Longinote, presidente de la Asociación de Mujeres Indígenas Emprendedoras Virgen de Fátima de Amazonas, afirmó que las mujeres de su zona se vienen uniendo para producir los alimentos que consumen, pero requieren mayor apoyo de las autoridades locales y regionales para disponer de tierras donde cultivar verduras y otros alimentos que difícilmente llegan de otras regiones. “Las mujeres nos hemos unido para alimentar a nuestros hijos y combatir la desnutrición, pero pedimos terrenos para sembrar verduras y criar animales menores, y así enfrentar la crisis alimentaria”, precisó.
Mientras tanto, Alberto García, asesor externo de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicó que existen coincidencias en las organizaciones agrarias y civiles sobre la debilidad estructural del Estado para atender las necesidades y exigencias de la crisis alimentaria, económica y ambiental. Dijo que los agricultores consideran que hay respuestas lentas y poca acertadas del Estado a las necesidades de la agricultura familiar y pequeña.
El exministro de la Producción, José Luis Chicoma, expresó que existe un olvido de la agricultura familiar que se traduce en no entender sus necesidades y falta de asistencia técnica y créditos para este sector, así como desaprovechamiento de nuestra gran biodiversidad. Dijo que hay ausencia de apoyo para una transición de la actual política agraria que prioriza la agricultura industrial y de exportación. Añadió que no existe una política agraria que conecte a productores y consumidores, y falta un mayor desarrollo de los mercados mayoristas en todo el país para facilitar el consumo de dietas saludables y asequibles.
PERUSAN es un colectivo de instituciones civiles y expertos que se conformó en julio del 2020 como espacio de diálogo y propuestas en materia de seguridad alimentaria y nutricional. Se ha posicionado como referente e interlocutor válido entre la sociedad civil y el Estado.
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